
La elección de Robert Prevost como papa León XIV ha reavivado una duda recurrente entre creyentes y analistas: ¿el sumo pontífice recibe algún tipo de salario? A diferencia de otros mandatarios, el líder de la Iglesia católica no percibe un sueldo mensual establecido. No obstante, las disposiciones internas del Vaticano contemplan la posibilidad de otorgarle una asignación económica si se considera necesario. En la práctica, la Santa Sede cubre todos los gastos personales y administrativos del pontífice, lo que hace innecesaria la entrega de una remuneración directa.
Históricamente, el papa puede disponer de fondos provenientes del Óbolo de San Pedro, una colecta global destinada a sostener su misión y cubrir gastos operativos. Sin embargo, aceptar o rechazar esa suma depende directamente del perfil y las decisiones del pontífice en ejercicio durante su papado, como lo demostró Jorge Mario Bergoglio desde su elección en 2013.
¿Cuánto podría ganar el Papa León XIV? La duda sobre si aceptará un salario como sumo pontífice
De acuerdo con estimaciones publicadas por The Mirror, el papa podría acceder a un salario anual de hasta 340.000 euros. Esa cantidad no es un sueldo tradicional, sino una asignación que puede emplearse para gastos personales, obras sociales o incluso devolver al Vaticano, como hizo Francisco.
Hasta ahora, León XIV no ha hecho público si aceptará dicha remuneración. Su decisión podría depender de la línea pastoral que adopte como sucesor de Francisco, así como de su visión sobre la administración de los recursos del Vaticano. Mientras tanto, todas sus necesidades —alojamiento, alimentación, transporte y seguridad— ya están garantizadas por la Santa Sede.
El precedente de Francisco: un papado sin sueldo y con vida austera
Francisco eligió no recibir ningún salario durante su papado. En múltiples entrevistas, explicó que prefería solicitar fondos solo cuando los necesitaba. “Cuando necesito plata para comprarme zapatos, voy y la pido”, afirmó en el documental Amén. Francisco responde, de Disney+.
Desde el inicio, también decidió vivir en la Casa Santa Marta y no en el Palacio Apostólico, como sus antecesores. Su estilo de vida fue parte de una reforma más amplia: en 2021 ordenó reducir en un 10 % los sueldos del Vaticano, incluidos los cardenales, quienes ganan entre 4.000 y 5.000 euros mensuales. Esta política buscó equilibrar los ingresos y gastos del Vaticano, cuyo déficit en 2023 superó los 90 millones de dólares, según Vatican News.