//Paranoicos y asustados

Paranoicos y asustados

En su libro de memorias A propósito de nada (Alianza Editorial, 2020), Woody Allen afirma: “Ah, sí, al parecer cuando nací ya era paranoico”. Como muchos peruanos, digo yo. ¿O serán solo limeños? Esos de ideas fijas, y obsesivas, basadas en hechos falsos o infundados. Los mismos que entre elegir a Castillo o Fujimori son víctimas de la histeria y aplican la muletilla para descalificar al serrano, terruco, motoso y contra la digna señora.

Bien, esa es la política en el Perú. Una cancamusa repetitiva entre la gente decente de San Isidro y los izquierdistas. Pero también ocurre entre los invasores de Lomo de Corvina y los de La Planicie. La elite de la inteligencia que publica en El Comercio afirma que hay que vencer a ese comunismo de chacra que nos enviará al abismo. Sucedió hace poco en Chota. Y ahí están los titulares. La señora de la mano dura repitiendo sus falsedades y hasta citando a su padre, el dictador, asesino y ratero, y aplaudida sin condiciones por el empresariado que la financia. Alguien decía que en esta segunda vuelta la puja no enfrenta a la izquierda contra derecha, sino a la izquierda contra crimen organizado. En otros tiempos tener pendiente una condena de 30 años sería suficiente para desautorizar al candidato más encumbrado. Hoy no, esas son calumnias para desprestigiar a la representante del neofascismo más tenebroso operando en el país. Ese que digita la Confiep, los malos militares, los narcos, la DEA, la embajada de EEUU. Aquella que apoya una población que fue lumpenizada por 31 años de fujimorismo y que igual le da votar –sin un ápice moral– por una acusada por la fiscalía de graves delitos de corrupción.

Al frente, el profesor de provincia al que acusan de motoso. Ese “indio ignorante que no habla bien el español”. Que no tiene nexos con la corrupción y las mafias, pero que sabe lo que es la dignidad y la solidaridad. Que conoce de las carencias más dramáticas del Perú y que ha vivido entre el hambre y la miseria y hoy tiene una respuesta contra el racismo, la discriminación y ese estilo tan limeño de ser orgullosamente antiperuanos en política.

Esos que dicen que la democracia está en riesgo, que les quitarán su casita en Eisha y habrá golpe de Estado. Yo que he vivido en Cuba sé qué es el comunismo. Pero fui víctima también de la dictadura y la corrupción de los Fujimori. Estoy así a favor del pueblo y un Estado moderno. Jamás a favor de la organización criminal.

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